Era un domingo soleado, un
domingo más, pero no para ti. Tú tenías partido como casi todos los
domingos pero el de ese día no era un partido normal para ti, tú jugabas contra
un buen amigo tuyo que jugaba en el Griñón y además eran los primeros con poca
diferencia sobre vosotros. Antes de que empezara el partido saludaste a tu
amigo y le deseaste suerte. Había mucha expectación pero no te intimidaste ni
te pusiste nervioso. El partido estuvo nivelado con poca diferencia de puntos
.En los últimos instantes te hicieron una falta al arroyarte ,lo cual supuso
dos tiros libres. Ibais perdiendo de uno, lo que significaba que si encestabas
los dos tiros saldríais victoriosos y campeones del campeonato. En ese momento
estabas muy nervioso debido a la presión, pero confiaste en ti y el primero
entro, en el segundo estabas más nervioso aun pero cerraste los ojos y tiraste
con la suerte de que entro, el “estadio” se vino arriba y os llevasteis el
campeonato.
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