martes, 17 de noviembre de 2015

Era verano

Era verano, te ibas de viaje a los Estados Unidos con tu familia y tenías tan sólo 5 años. Estuviste en Atlanta 2 semanas, y el antepenúltimo día, tu tía quería llevarte a la piscina. Te preguntó si sabías nadar, le mentiste y dijiste que sí. Se hizo de noche y os llevaron a la piscina, que no estaba muy lejos de su casa. 
Cuando llegasteis, no había nadie más que tu tía, sus hijos, tu madre, tus hermano y tú; estabais solos, sin ningún socorrista. Te sentaste en el borde de la piscina y metiste tus piernas en el agua mientras observabas cómo nadaba tu primo. Después de unos minutos, tu hermano quería hacer pis, y tu madre le llevó al baño. También les siguieron tus tíos y tu prima. 
Sólo estabais tú y tu primo fuera, pero, él estaba dentro del agua. Te aburrías y decidiste saltar. Empezaste a mover los pies en el agua intentando nadar, pero, no sabías cómo hacerlo. Tu primo estaba a lo suyo mientras luchabas con todas tus fuerzas para intentar salir, pero, no podías. Salieron tus tíos del baño, y vieron tu pequeña mano pidiendo socorro. Ellos no sabían nadar, pero tu tía fue tan valiente que te rescató. 
Habías tragado mucha agua. Sentías que no podías respirar y que te ibas a morir al instante. Te tumbó en el suelo. Escupiste el agua que te habías tragado. Empezaste a reír y a llorar de alegría. Tu madre salió del baño con tu hermano y preguntaron qué había pasado. Tus tíos se lo explicaron y se rió, y ahí acabó tu visita en Atlanta.

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